Orgulloso

No me está resultando fácil ponerme hoy delante del teclado. Quiero escribir muchas cosas, pero a la vez no sé por dónde empezar. Me apetece dar la nota como cada viernes, pero tampoco me sale.

Lo cierto es que estoy un poco triste, aunque orgulloso también. Sentimientos encontrados, como la vida misma.

Y es que la muerte de nuestro compatriota Ignacio Echevarría, degollado por tres terroristas yihadistas hijos de puta el pasado sábado en Londres, mientras se enfrentaba a ellos heroicamente con un monopatín en defensa de una mujer, pero sobre todo con un par, porque hay que tener los huevos bien puestos para hacer lo que hizo, me ha dejado un poco tocado.

Imagino que como a cualquier español de bien.

Últimamente pienso en muchas ocasiones, porque tal y como está el patio es para hacérselo mirar, cómo actuaría yo si me ocurriera algo parecido, y he llegado a la conclusión de que probablemente saldría corriendo.

Pero cuando encima lees y escuchas quién era Ignacio Echevarría, lo que cuentan de él los que le conocían -que si salvó a su hermano de morir ahogado, que si era una persona con un sentido de la Justicia muy arraigado, siempre en defensa de los más débiles- y cómo se ha portado el Gobierno británico con su familia en todo este asunto, sin decir ni pío durante ¡cinco días! con esa angustia que da la incertidumbre, y provocando con ello toda serie de suspicacias, me siento aún más apenado pero a la vez henchido de orgullo por la forma de ser y actuar de este joven español y de su familia.

Porque la respuesta de sus padres y hermanos en todo momento está siendo ejemplar. Es de una dignidad que sobrecoge. Ni una palabra más alta que otra. Ni un solo reproche a los ingleses, a pesar de su falta de humanidad e incompetencia.

Para que luego digan de los españoles y de nuestra Policía, Guardia Civil y demás Cuerpos de Seguridad del Estado, a quienes nunca agradeceremos lo suficiente lo que están haciendo por nuestra seguridad, por ejemplo, para que podamos ir tranquilos a disfrutar de un concierto, de un partido de fútbol o subirnos a un metro. Esto también es Marca España.

Pero volviendo a la familia de nuestro héroe, sólo ha tenido palabras de gratitud por las muestras de cariño recibido estos días. La carta del padre publicada ayer pidiendo apoyo para Guillermo y Javi, los dos amigos de su hijo asesinado que se encontraban con él en el momento del ataque, para quitarles ese sentimiento de culpa que deben tener al no haber podido hacer nada por ayudar a Ignacio y ayudarles a que puedan continuar con su vida, me ha dejado de piedra.

No quiero extenderme más porque no hace falta y porque los hechos se describen por si mismos. Sólo reconocer a Ignacio Echevarría su valentía; desearle lo mejor donde quiera que se encuentre ahora y que descanse en paz; y agradecer a la familia su saber estar ante la canallada que les han hecho, y por los valores que demuestra, que tanta falta hacen en estos tiempos que corren.

Y una última cosa, los malos son los terroristas,  que por increíble que parezca da la sensación de que hay que recordarlo más de lo que se debería, y que o espabilamos y nos dejamos de tanto buenismo y sectarismo, o nos masacran.

Y ahora, aprovechando que han estado por España recientemente, os dejo este tema de los Guns N’Roses, Sweet Child O’ Mine, que dedico a nuestro nuevo héroe.

Feliz viernes y mejor fin de semana

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VIERNES DANDO LA NOTA

13 comentarios en “Orgulloso

  1. Desde luego. Suscribo todo lo que dices. Pero cuándo escuchas hablar a los hermanos, ese saber estar, me siento muy orgullosa de estos compatriotas. Nadie nunca sabe cómo actuaría en una situación límite, pero probablemente salir corriendo, y más si encima no conoces a la víctima de nada. Es admirable, lo de este chico. Sin duda un héroe no con capa y espada, sino en monopatín. Feliz semana

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